La Agencia Internacional de la Energía (IEA) ha publicado un extenso informe analizando los pasos a dar para convertir el hidrógeno en una futura fuente real de energía de amplio uso. Reconoce los esfuerzos que muchas instituciones están haciendo para ello, pero propone que es preciso una acción mundial coordinada para alcanzar el verdadero potencial de su empleo.
Hoy día, el hidrógeno es utilizado ampliamente a nivel industrial, como por ejemplo para las operaciones de refino de hidrocarburos, y se obtiene en su mayoría a partir de combustibles diversos, especialmente gas natural. Esta obtención emite unos 830 millones de toneladas de CO2 anuales. Eso supone que, en primer lugar, se debe cambiar el tipo de energía original y toda la estructura para su almacenamiento y distribución, con el fin de abordar el empleo sin afectar al impacto medioambiental, y esto supone importantes retos.
La producción “limpia” del hidrógeno, como por electrolisis a partir de energías renovables, es actualmente costosa y exige ser realizada a partir de excedentes de su producción y esto puede, además, focalizar los puntos de elaboración: se espera que hacia 2030, ese costo se haya reducido el 30%. Además, el desarrollo de la infraestructura del hidrógeno está siendo muy lento y frena el desarrollo generalizado de adopción, especialmente para su uso como combustible de vehículos. La ausencia o diversidad de regulaciones nacionales, tampoco anima a los particulares a su utilización.
Se insiste en el informe que este puede ser el momento decisivo para impulsar la investigación en todo tipo de procesos involucrados en la electrolisis del agua, en el almacenaje y transporte de cantidades elevadas, en estaciones de suministro a vehículos o para los depósitos de estos mismos.
Fuente:
https://www.revistadyna.com/noticias-de-ingenieria/evolucion-del-hidrogeno-hacia-un-vector-energetico-limpio-y-seguro
