Bajo la sombra de los paneles solares, pueden crecer diversos tipos de plantas, con beneficios múltiples en materia de eficiencia energética, rendimientos agrícolas y ahorro de agua.
El informe detalla que en 2015, todos los días se instalaron medio millón de paneles solares en todo el mundo. En China se instalaron dos turbinas de viento cada hora.
Se trata de un nuevo modelo, que integra la energía solar y la agricultura, que se ha empezado a llamar los “agrivoltaicos”, y que ya se prueba en varias regiones de los Estados Unidos, con el concurso de científicos de los laboratorios del gobierno y varias universidades.
El sistema comprende tres logros claves en un solo momento: la sombra de los paneles solares, mejora los rendimientos agrícolas, en cultivos que sufrirían fuerte estrés a cielo abierto y que requerirían, por lo tanto, mas riego; a su vez, los cultivos enfriarían el ambiente llevando a una mayor eficiencia de las celdas fotovoltaicas, en horas cuando el sol es más intenso; y finalmente se aprovecharían de mejor forma grandes extensiones de tierra, ocupadas por los parques solares, produciendo alimentos.